El Poder de los elementos reside en ti

El poder de los elementos… Agua, tierra, fuego y aire son los elementos esenciales de la naturaleza, los elementos de la vida, poderosos, libres y necesarios para nuestra existencia,

Pero… ¿y el quinto elemento? Tal vez hayas oído hablar de él como la quinta esencia o éter, ese elemento que representa la materia invisible…

Cada uno de ellos contribuye de manera esencial en cualquier ciclo vital y todos forman parte de tu ser.

Siente el poder de los elementos en tu interior

Siente quién eres, siente tu fuerza, tu luz, siente cómo la energía recorre tu cuerpo, cómo llenas de paz tu interior y cómo conectas con la naturaleza.

Una tarea sencilla para algunas personas, complicada para otras e impensable para muchas, pero tan sólo necesitas una cosa… creer en ti.

Agua

Tu cuerpo se compone de aproximadamente el 65% de agua y el planeta en el que habitas, cuenta con alrededor de un 70%. Algo bastante curioso…

Puedes ver el agua del mar enfurecida, con olas rompiendo fuertemente sobre las rocas, desatando su poder sin control… o puedes verla calmada, escuchar la melodía de su movimiento, ver su color azul gracias al Sol o el reflejo de la Luna sobre ella, puedes tocarla, sumergirte en ella y sentir cómo tu cuerpo es capaz de flotar.

El agua del río desciende sin cesar su camino, agua que fluye naturalmente desde lo más alto de la montaña, que atraviesa lugares llenos de magia hasta alcanzar su destino.

El agua de la lluvia también está a tu alcance, agua que cae de las nubes, agua que limpia el aire, que humedece la tierra, que baña las montañas, rocía las plantas y que si la dejas, es capaz de hacerte ver lo que nadie ve… Deja que las gotas de lluvia caigan sobre tu mano y míralas ¿qué ves? ¿qué sientes? ¿Agua que cae del cielo? No… lo que tu mano está tocando ahora mismo es el mar, un río, un lago… de alguno de estos lugares proviene esa agua y la sabia naturaleza la pone a tu alcance en forma de lluvia.

A simple vista, no puedes ver el agua que está en tu interior, pero ¿y si cierras los ojos? Evádete de todo lo que te rodea, tumba tu cuerpo y míralo por dentro, ríos y ríos de agua fluyen por él… ¿cómo lo hacen? ¿embravecidos? ¿calmados? Sólo tú tienes el poder de apaciguar esos ríos y convertirlos en cauces tranquilos, eres capaz de tocar el agua y calmarla, crear suaves corrientes que naveguen por todo tu ser aportándote serenidad…

Tierra

El elemento asociado a la densidad, a la firmeza, a la base para sostenernos.

En nuestro planeta Tierra podemos encontrar este elemento reflejado en montañas, árboles, suelo, etc., y en tu interior, puedes encontrarlo en forma de esqueleto, ya que sin él, no podrías sostenerte.

Puedes caminar por una montaña, escalarla y tocarla, puedes hacer castillos de arena, abrazar un árbol o sentarte en el suelo firme y nada se desvanecerá…

Puedes intuir tus huesos a través de tu piel, pero para sentir el poder de la Tierra, necesitas conectar con ella, tus ojos han de dejar de ver para mirar.

Ve a la playa, al campo, un bosque o un parque, descálzate y cierra los ojos. Respira lentamente y aléjate de todo. A tu alrededor sólo hay árboles, y tus pies, crean una fusión perfecta con la tierra.
Ahora, empezarás a sentir cómo la tierra desprende una energía única que atraviesa tu piel, una energía que confluye con tus huesos, que los dota de una inmensa fuerza y los convierte en esas montañas de las que nacen los ríos, en la tierra humedecida por los cauces y en la arena que bañan las olas del mar.

En este momento, tu cuerpo está preparado para no caer…

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 Fuego

Llamas, calor, purificación, pasión, vitalidad y energía son algunas de las claves del poder que nos entrega este elemento.

Un elemento inalcanzable en su estado más puro, el Sol, impulsador de la vida, capaz de calentar el agua del mar y de vitalizar las flores, el que nos ilumina cada día y permite que veamos la vida llena de color.

No puedes tocarlo, pero puedes sentir sus latidos, tu corazón, sentimental y apasionado, enérgico y repleto de vitalidad, encargado de impulsar la sangre por todo tu cuerpo y capaz de transformar la realidad.

Cierra los ojos y olvídate de todo, no existe otro sonido que no sean los latidos de tu corazón. Observa su color rojo intenso y sus movimientos, poco a poco, esos latidos disminuyen su intensidad y su color empieza a cambiar para tomar las tonalidades del sol. Tu corazón, está llenando de color tu interior, puedes ver cómo el agua es azul y la tierra marrón, las montañas se visten de verde, azul, blanco… Tu realidad está llena de entusiasmo, energía y felicidad.

Aire

Un elemento invisible, no lo puedes coger pero sí te puede acariciar. Libre, caliente, frío e imparable.

Capaz de transformar los sonidos en melodías, de difundir el olor de la naturaleza y activar tu imaginación.

Las hojas de los árboles son agitadas con suavidad por el aire, éstas generan una melodía que, aún sin poder verlo, tu mente es capaz de dibujar. Las nubes se mueven lentamente, obsérvalas durante unos minutos y comprueba cómo el aire las transforma a su antojo.

Ahora cierra los ojos, respira y siente cómo ese aire entra dentro de ti y completa tu interior. Las montañas son acariciadas por él, su contacto con el agua desata una dulce melodía, su temperatura ha sido regulada por el sol y viaja libre por todo tu ser. Tú, eres el aire que convierte un sonido en música, una hoja en un barco, las nubes en alas…

Equilibra las fuerzas de tu interior y sé feliz.

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