El ajo como planta medicinal

El ajo, esa planta herbácea de olor y sabor tan característico que no a todos nos gusta darle un mordisquito en crudo, pero que sí es utilizado por una inmensa mayoría para aliñar o dar ese toque especial a las comidas.

Pero el ajo, puede ser utilizado para mucho más que dar sabor, ya que cuenta con propiedades que nos ayudarán a mejorar o aliviar ciertos malestares o dolencias.

Este alimento originario de Asia Central, era utilizado como energizante por los obreros encargados de levantar las pirámides egipcias, por los atletas griegos antes y después de las competiciones, como antiparasitario entre los romanos y como desinfectante de heridas.

Los beneficios del ajo

Esta fuente de nutrientes y sustancias no nutritivas, cuenta con números beneficios para la salud. La resolución de los beneficios que nos aporta el ajo, ha sido consecuencia de diversos estudios e investigaciones realizadas por varios países del mundo. Algunos de los beneficios que nos aporta comerlos son:

• Efecto antiséptico
• Antiinflamatorio
• Bactericida
• Antiviral
• Antifúngico
• Antiparasitario intestinal
• Inhibidor de la bacteria implicada en el desarrollo de las úlceras gástricas y duodenales
• Inhibidor de la formación y activación de algunos tipos de inductores cancerígenos
• Previene enfermedades cardiovasculares
• Reduce el colesterol malo
• Disminuye la presión arterial
• Previene la diabetes de tipo II

Todos los efectos beneficiosos que aporta esta planta para nuestra salud, son producidos al ingerirlo crudo, aunque muchos autores, afirman que mantiene sus propiedades aunque los hayamos freído o cocido.

Descubre aquí otras Plantas Medicinales: Usos y Contraindicaciones.

Cómo preparar ajo como planta medicinal

Comer esta planta tal cual, ya se considera tomarlo como planta medicinal, de hecho, se recomienda comer dos o tres dientes de ajo al levantarse, sobre todo, para prevenir los resfriados y gripes que nos acechan cuando más frío hace.

Sinceramente, a mí no me atrae mucho la idea de despertar por la mañana y comerme unos dientes de ajo como desayuno… Y como creo que muchas personas comparten esta opinión, vamos a buscar otras alternativas, además de las típicas gastronómicas, para poner remedio a algunas afecciones o malestares más comunes.

Para los resfriados

Aunque no te resulte muy agradable su sabor, machacar unos dientes de ajo a bocados y comértelo puede ayudarte a combatir los resfriados. Después de comértelo puedes masticar perejil fresco para aliviar el sabor y el olor tan característico del mismo.

Para las varices

En esta ocasión, hay que preparar un ungüento, tener paciencia y ser constantes para ayudar a controlar las varices.

Para realizarlo, basta con cortar en láminas 6 dientes de ajo e introducirlos en un tarro de cristal con 3 cucharadas de aceite y el zumo de un limón. Tras dejarlo reposar durante unas 12 horas, puedes darte un masaje en la zona afectada por las varices, así, activarás la circulación sanguínea y ayudarás a desinflamar la zona.

Para la tos

Cuece un ajo (no a más de 60°C), aplástalo bien y mézclalo con 3 cucharas de miel y 3 de aceite de oliva, después puedes ingerirlo para calmar y ablandar las mucosas que se encuentren en los bronquios.

Para la presión arterial

Ralla 2 cabezas de ajos y mézclalas con 100 gramos de azúcar y 200 ml de agua, remueve bien hasta obtener una especie de jarabe. Dos cucharas al día de esta mezcla ayudarán a disminuir la presión arterial.

Dolores en huesos y articulaciones

Fríe 2 dientes de ajo en 2 cucharadas de aceite de mostaza hasta que estén negros, después cuélalo y una vez que esté frío, masajea la zona afectada. Deja que actúe como mínimo de 3 horas y enjuaga con agua. Repite este proceso unas dos veces al día para aliviar esos dolores en articulaciones y huesos.

Infusión o té de ajo

Ya hemos visto algunas maneras de preparar ajo y aliviar algunos síntomas, pero tenemos una opción que tal vez sea algo más llevadera o más apetecible para consumir: La infusión o el té de ajo.

Tomar esta infusión ayuda a reforzar el sistema inmune, reduce el nivel de grasa en sangre y nos protege ante enfermedades cardiovasculares. Esto no quiere decir que sea milagroso, sino que tendremos menos posibilidades de contraer este tipo de enfermedades.

Ingredientes para preparar la infusión o té de ajo

• Zumo de limón
• 3 dientes de ajo
• Un vaso de agua

Cómo preparar la infusión o té de ajo

Pon a hervir el vaso de agua y añade los 3 dientes de ajo, déjalo hirviendo a fuego medio durante 3 minutos, retira del fuego, añade el zumo de limón y tápalo para que repose durante 5 minutos.

Después cuélalo y “para adentro”, bébete la infusión y ayuda a tu sistema inmune.

Para realizar esta infusión o té, tienes otra alternativa, y es la de realizarlo con jengibre y miel.

Ingredientes

• Zumo de medio limón
• Un trozo de jengibre natural
• 2 tazas de agua
• Miel
• 3 dientes de ajo

Preparación

Pon el agua a hervir, cuando esté burbujeante añade los ajos y el jengibre. Déjalo hervir durante 5 minutos, retira y añade el zumo de limón y la miel (al gusto). Listo para tomar.

En ambos casos, se recomienda tomarlo al levantarse o al acostarse.

Sólo me queda por añadir, que aunque se han realizado estudios e investigaciones sobre las propiedades y los beneficios del ajo para la salud, todavía son necesarios más estudios para un dictamen más concluyente… Seguro que en la antigua Roma y Grecia, no hacían tantas investigaciones…

¿Quieres saber cómo preparar alguna otra planta medicinal, así como sus propiedades y beneficios? Cuéntanoslo en los comentarios y haremos una entrada dedicada a ti.

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Fuentes

Recuerda que este artículo es meramente informativo y que en ningún caso, esta información puede anular la de una persona profesional de la salud. Consulta con profesionales si tienes alguna duda.