Los beneficios de reciclar impactan positivamente tanto en el medio ambiente como en nuestras vidas, por eso, es importante conocerlos, saber los procesos a los que se someten y qué se obtiene del material que reciclamos.
Beneficios de reciclar
Cuando decidimos reciclar, abrimos una puerta con millones de posibilidades y beneficios para nuestro planeta, sus ecosistemas, biodiversidad y por supuesto, para la humanidad. Algunos de estos beneficios son:
- Reducimos y conservamos recursos naturales como madera, minerales o agua: Reciclar permite que se puedan usar materias primas sin necesidad de tener que volver a sustraerlas de la naturaleza.
- Reducimos las emisiones de carbono: Esto lo conseguimos, entre otras cosas, gracias a reducir la necesidad de tener que extraer y procesar nuevas materias primas o reducir la basura en los vertederos.
- Ahorramos energía, ya que no es necesaria la fabricación de nuevos productos desde cero.
- Contribuimos con la economía circular, que en su definición más básica, podemos decir que se trata de un modelo de producción y consumo con el que conseguimos que el ciclo de vida de los productos se alargue considerablemente. La economía circular incluye las famosas “4 R”, Reducir, Reutilizar, Reparar y Reciclar, aunque en realidad, es mucho más que eso.
- Reducimos la basura en vertederos y la incineración: Con este acto, conseguimos que disminuyan los gases de efecto invernadero que se producen de los mismos.
Reciclar, es abrir la puerta a un futuro sostenible.
¿Qué materiales se pueden reciclar y cómo es el proceso?
Cada material requiere de un procesado diferente, ya que cada uno tendrá una aplicación distinta, y es ahí donde se ponen en marcha las plantas de reciclaje. Veámoslo según el material a reciclar:
Reciclado del plástico
Durante esta última década, el plástico ha sido el epicentro de de contaminación, de la alteración de ecosistemas o responsable de la muerte de animales marinos, entre otras cosas. Aunque esto entra dentro de otro tema o debate, tengo que decirlo, bajo mi opinión, el problema no es total y absolutamente del plástico, sino que las personas y el modo de consumismo tienen mucho que ver, porque que yo sepa, el plástico no tiene patas… Ahí lo dejo.
Desde luego es muy importante reciclar el plástico, ya que es un material muy utilizado por todas las personas y en todas las industrias a diario, y reciclarlo correctamente ayuda a mantener sano nuestro planeta.
Tipos de plástico
Hay diferentes tipos de plásticos, siendo distinta su composición y cualidades. Todos los tipos de plásticos se pueden reciclar, pero dependiendo del tipo de reciclaje, el resultado se destinará a diferentes usos.
El plástico se clasifica en 7 categorías, mediante un sistema internacional que ayuda a identificar el tipo de resinas empleadas en la fabricación de los mismos, lo cual es de vital importancia para proceder al reciclado, pues de lo contrario, esta tarea se dificulta extremadamente o incluso se vuelve imposible.
Este sistema es conocido como Código de Identificación de la Resina y consta de 7 leyendas en función del tipo de plástico. Las leyendas se componen de tres flechas que forman un triángulo (indica que el plástico puede ser reciclado), un número y las siglas del tipo de plástico. Si además, antes de las siglas aparece una “R”, indica que el producto contiene plástico reciclado.
Aquí tienes la descripción de cada una de las leyendas:
PET – Tereftalato de Polietireno
Este plástico es ligero, muy transparente y resistente, por lo que su uso principal está destinado a envases alimentarios y bebidas.
Este tipo de plástico ya ha tenido muchas vidas y puede liberar sustancias químicas y metales, por lo que tras su uso, no es conveniente reutilizarlo en casa (como rellenar botellas de agua, bandejas de alimentos, etc), en su lugar, debemos tirarlo al contenedor amarillo para su posterior reciclado.
Mediante el reciclado del PET, se obtienen fibras textiles, blísters para embalar, conectores eléctrico, elementos para automóviles y, en ocasiones (con un reciclado conveniente) en nuevos envases para alimentos.
PEAD– Polietileno de alta densidad (HDPE)
Las botellas que contienen este tipo de plástico apenas liberan sustancias.
La utilización de este plástico es muy versátil, ya que es muy resistente, por lo que se utiliza para los envases de champú, cosméticos, detergentes, zumos, leche, agua, yogures, bolsas de supermercado o bolsas de basura.
El reciclado de este plástico es muy diverso y el resultado del mismo puede dar como resultado botellas de detergente, botes de aceite, cañerías o muebles de jardín, entre otros.
PVC – Cloruro de polivinilo
También es un plástico muy resistente y es utilizado para la fabricación de productos de limpieza, así como en el sector de la construcción, donde este tipo de plástico se puede encontrar en ventanas, perfiles o forros para cables entre otros.
Tras su reciclado, se puede utilizar para tarimas, tapetes o paneles.
LPDE o PEBD – Polietileno de baja densidad
Es un plástico flexible, transparente y fuerte, que se usa en la fabricación de diferentes tipos de bolsas, como pueden ser las de los supermercados, las de guardar la comida para congelar o las del pan.
También es usado en algunos tipos de botellas, muebles o mangueras.
Tras el proceso del reciclado, se puede utilizar en papeleras, sobres, contenedores, baldosas o tuberías.
PP – Polipropileno
Este plástico tiene un punto alto de fusión, lo que le permite ser usado para la fabricación de envases que pueden contener líquidos y alimentos calientes, además de poder introducirse en el microondas, gracias a su dureza, resistencia al calor y barrera al vapor.
También se utiliza para fabricar envases de cosmética, yogures, pajitas, envases médicos, tapas, fiambreras o botes de kétchup.
Tras pasar el proceso de reciclado, se puede usar en señales luminosas, escobas, rastrillos, cables de batería o bastidores de bicicleta, entre otros.
PS — Poliestireno
Utilizado en productos de usar y tirar como vasos y platos, bandejas de carne o hueveras. Tiene un punto de fusión bajo, por lo que puede derretirse en contacto con el calor.
Tras su reciclado, se pueden obtener materiales como aislantes y otros para la edificación.
Otros
En este grupo se incluyen todas las resinas de plástico o mezclas que no se han nombrado en los grupos anteriores. Estos plásticos los podemos encontrar en gafas de sol, materiales a prueba de balas, DVD, PC y más.
Este grupo no es imposible de reciclar, pero es mucho más complicado hacerlo, pues no se saben con exactitud los materiales que lo forman.
Proceso del reciclado del plástico
Aunque el proceso de reciclado del plástico varía un poco dependiendo del tipo de plástico y el uso que se le vaya a dar posteriormente, básicamente se realiza de la siguiente manera:
- Se recogen los residuos del contenedor amarillo.
- Se procede a la separación de los materiales, ya que en este contenedor se depositan envasen de plástico, latas y bricks (los cuales contienen diferentes tipos de plásticos y metales).
- Después se separan por colores para optimizar el uso de colorantes.
- El siguiente paso es romper y triturar los elementos para facilitar el tratamiento.
- Ahora, es el momento del lavado. Los trozos resultantes del paso anterior, se cubren con agua, dejando que las impurezas más densas queden abajo.
- Secado y centrifugado. En este paso se eliminan las impurezas que hayan podido quedar en las piezas.
- Mediante un proceso mecánico se homogenizan para conseguir un color y textura uniformes.
- Se vuelve a depurar el material para eliminar posibles impurezas.
- Se extruye en granza o fibra, dependiendo de la aplicación que se le vaya a dar.
- Ya está listo para crear nuevos productos.
En el caso de los plásticos PP, PS y Otros, estos llegan al proceso de reciclado en una bala en la que no se han separado los diferentes tipos de plásticos. Desde la llegada de la bala de plástico, se procede de la siguiente manera:
- Se realiza un cribado, aspiración y separación magnética, que acondiciona el material y elimina impurezas.
- Un separador óptico separa los posibles restos que hayan podido quedar de PET y HDPE para enviarlos de nuevo a su flujo de reciclado.
- El plástico que queda se lava y se seca.
- Después se procede a su trituración.
- Continúa con el proceso de extrusión o moldeo por compresión.
- El material se funde para su moldeado en piezas y productos.
- Listo para crear nuevos productos.
Reciclado del aluminio
El aluminio es un metal que puede reciclarse ilimitadamente, contando además con una gran ventaja: Las cualidades del aluminio se mantienen intactas sin importar las veces que se recicle.
Como dato, podemos decir que reciclando una lata de aluminio, se ahorra un 95% de la energía que se necesita para fabricar una nueva.
Por cierto, las cápsulas de café, aunque estén fabricadas en su mayoría de aluminio y plástico, NO se depositan en el contenedor amarillo, pero SÍ se pueden reciclar.
Proceso del reciclado del aluminio
- Depositar los envases en el contenedor amarillo.
- Recogida y transporte a la planta de reciclaje.
- Mediante un imán gigantesco, se separa el aluminio del resto de residuos.
- Se realiza la trituración y purificación de este metal.
- Se lleva a cabo la fundición de los fragmentos de aluminio.
- El metal está listo para la fabricación de nuevos objetos y envases de aluminio.
Qué productos se obtienen con el aluminio reciclado
Las aplicaciones para el aluminio reciclado son múltiples, entre las que encontramos:
- Latas
- Tapas de los yogures
- Aluminio de cocina
- Blisters de medicamentos
- Y muchos muchos más…
Reciclado del acero
El acero, al igual que ocurre con el aluminio, es un material que puede reciclarse ilimitadamente sin perder sus propiedades.
Además, el reciclaje del acero contribuye significativa y positivamente en la sostenibilidad del planeta, siendo fundamental para la economía circular, ya que cada tonelada de este material destinado a reciclarse, evita que se extraigan 1,5 toneladas de hierro y las emisiones de CO2 se reducen en una tonelada.
El acero no se deposita en los contenedores de reciclaje, ni se transporta a una planta de reciclaje como las del resto de materiales. En su lugar, se depositan en un punto limpio o se venden a los depósitos de chatarra, que posteriormente, transportan a los parques de acerías y fundiciones.
Antes de proceder a su reciclaje, es necesario diferenciar los tipos de chatarra de acero:
- Chatarra obsoleta: Hace referencia a productos o infraestructuras que han llegado al final de su vida útil. En este apartado entran electrodomésticos, mobiliario, automóviles, vigas, etc.
- Chatarra industrial o inmediata: Son los desechos resultantes de plantas de fabricación de electrodomésticos, automóviles o centros de mecanizado. Todo este material, es adquirido en subasta, por compradores profesionales de chatarra.
- Chatarra doméstica: Su nombre puede llevar a confusión y pensar que es la producida en casa, como electrodomésticos viejos (hemos visto que pertenecen a la chatarra obsoleta), sin embargo, se refiere a los desechos que se producen en acerías, los cuales se devuelven directamente al horno.
Proceso del reciclado del acero:
- Clasificación según el tipo de acero.
- Embalaje: Se compacta el material para facilitar su transporte.
- Cizallamiento: Con la ayuda de maquinaria hidráulica, se corta el acero en trozos pequeños.
- Separación: Se aplica aire a alta presión y magnetismo para separar los metales ferrosos del resto.
- Fusión: El material obtenido se funde en un horno, decidiendo qué nivel de pureza tendrá el acero, según las aplicaciones que vaya a tener.
Qué productos se obtienen con el acero reciclado
El acero reciclado cuenta con múltiples aplicaciones, de hecho, como no pierde ninguna de sus propiedades, se pueden obtener los mismos objetos o productos que han sido reciclados, como:
- Vigas
- Carrocería de automóvil
- Cubiertos
- Barandillas
- Y muchos muchos más…
Reciclado de papel y cartón
El papel y cartón depositado en los contenedores azules son recogidos y transportados a las plantas de recuperación, en las que se realizan los procesos necesarios para generar nueva materia prima.
Dependiendo de la longitud de las fibras, el papel y cartón pueden reciclarse hasta 7 veces.
Proceso del reciclado del papel y cartón
- Se eliminan los impropios y envases y se clasifican por tipos.
- El siguiente paso es plastificar el papel, que se trata de un proceso en el que con la ayuda de un pulper y disolventes químicos, se procede a la separación de las fibras y disolución de la fibra de celulosa
- Se separa todo el material que no sea papel.
- El material resultante se centrifuga, de manera que se separan según su densidad.
- Mediante el proceso de flotación, se elimina la tinta con burbujas de aire.
- Se separan las impurezas que puedan quedar y se blanquea el papel con peróxido de hidrógeno o hidrosulfito de sodio.
- La pasta que se obtiene se vierte sobre una tela de malla formando una lámina, de la cual se elimina toda el agua con la ayuda de unos rodillos de fieltro y se compacta.
- Unos rodillos metálicos calientes secan, prensan y estiran la mezcla para darle la forma y textura finales.
- La nueva materia prima se enrolla en bobinas para que pueda ser utilizada en nuevos productos.
Reciclado de vidrio
El vidrio es un material muy utilizado en nuestra vida cotidiana y puede reciclarse infinitamente sin perder sus propiedades originales.
Proceso del reciclado del vidrio
- Una vez en la planta de tratamiento, se separa del vidrio las impurezas que pueda tener, como corchos, líquidos, etc.
- El vidrio viaja en unas cintas transportadoras que, con un separador magnético, elimina todos los residuos metálicos que puedan tener.
- El vidrio es clasificado según el tipo, mientras se siguen eliminando impurezas con chorros de agua.
- Finalmente, el vidrio es triturado y convertido en calcín, lo que lo convierte en nueva materia prima para fabricar materiales con las mismas propiedades y calidad que tenían los que vinieron para ser reciclados.
¿Qué productos se obtienen del reciclado?
La variedad de productos que se realizan con material reciclado y que después se pueden volver a reciclar son muchos más de los que puedas imaginar.
Puedes encontrar tumbonas, botellas de agua, bandoleras, perchas de cartón, cazadoras, camisetas, sandalias con suelas recicladas, aspiradoras, vallas, bolardos, partes de un coche, palets, estanterías, botelleros, cuadernos, ollas, llantas de bicicleta, papeleras, paraguas, bolsas de basura, mobiliario urbano, lápices…
Para que te hagas una idea del impacto positivo que tiene tu sencilla acción de reciclar, aquí tienes varios ejemplos de equivalencias:
Con 8 botes de conserva, se consigue 1 olla de cocina.
Con 550 latas de aluminio, se fabrica una silla.
Con 40 botellas PET, un forro polar disponible.
Con 8 cajas de cereales, un nuevo libro estará listo para leer.
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Cómo podemos reciclar
Además de los contenedores de colores (azul, verde y amarillo) para reciclar, que nos acompañan desde hace unos 20 años y a los que en algunas comunidades se han añadido los marrones (espero que no tarden mucho en expandirlos por todas las zonas de España), existen otras formas de reciclar.
Podemos decir que la base del reciclaje es el poder dar una vida a determinados materiales, por ello, una forma de reciclar es dar un nuevo uso a cosas que en su estado actual ya no son de utilidad para ti.
Hay personas que se deshacen de todo tipo de muebles depositándolos junto a contenedores con el fin de que venga el camión del punto limpio y se los lleve o que puedan serle de utilidad a otra persona, y esto, es muy efectivo en este tipo de reciclaje.
Tal vez a ti ya no te hace falta ese mueble en que solías tener apoyada la televisión, o esas estanterías, mesa… pero puede que a mí me sean de gran utilidad. Que yo coja esos muebles que tú has depositado junto al contenedor, se traduce en menor contaminación y utilización de madera, barnices, pintura, etc.
Otra gran opción es la de que tú puedas reutilizar lo que ya no usas. Por ejemplo, puedes darle una nueva vida a esa mesa que ya no gusta. Líjala y píntala de un nuevo color, o desmóntala y utiliza las patas como pequeñas baldas de decoración…
Las manualidades son también muy útiles, y si tienes peques en casa… ¡se lo pasarán genial realizándolas! Desde decorar rollos de papel higiénico hasta rellenar con colores o pintar botellas de vidrio, plantar semillas en envases de yogures o utilizarlos para crear diferentes juegos…
Hay cosas que no se pueden reciclar en contenedores y a las que, por mucha imaginación que le pongas no les ves otra función, como puede ser el caso de juguetes de plástico (no, no se reciclan en el contenedor amarillo), pero sí puedes donarlos a alguna asociación u hospital que recoja juguetes para los peques que no tienen opción de adquirirlos de otra manera.
Lo mismo puede suceder con la ropa que ya no uses, en este caso, tienes muchas opciones para reciclarla, pues además de poder utilizar camisetas para hacer cojines o cuadros, puedes donarlas a asociaciones que recogen ropa.
Y es aquí donde muchas veces viene el dilema “si dejo la ropa en el contenedor habilitado a ello, seguro que lo abren y se la llevan para venderla” o “si dono los juguetes o la ropa a alguna asociación, seguro que se lo quedan para ellos”… Bueno, en mi opinión (y dependiendo de tu situación), al donar juguetes o ropa que ya no usas, tú ya estás contribuyendo a cuidar el planeta, pues lo que hayas entregado, sea como sea, lo utilizarán otras personas.
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Fuentes: Ecoembes , Ecovidrio, Greenpeace, miteco.gob.es, europarl.europa.eu
